Por: Abigail Febus
Pastora, CiudadViva CoG
Las palabras de Jesús en el capítulo 10 de Lucas nos convencerán o nos consolarán profundamente. Me gustaría compartirte el “por qué”: generalmente hay algún tipo de conflicto cuando la distracción se encuentra cara a cara con la determinación.
“Aconteció que, yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.”
Lucas 10:38-40
Dos mujeres diferentes y hermanas. Una de ellas estaba ocupada sirviendo, la otra simplemente estaba recibiendo. Marta abrió su casa, María abrió su corazón.
Todas nos hemos encontrado allí. Cansadas y frustradas porque nuestros brazos duelen y nos apresuramos al asegurarnos de que todo esté bien. Mientras tanto, otros pueden parecer estar inconscientes del trabajo que debe hacerse simplemente porque están concentrados en la dulce comunión que están disfrutando. Especialmente si es el Señor Jesucristo en cuyos pies están sentados. Una está distraída por todo lo que debe hacerse. La otra está determinada por lo que arde dentro de su corazón.
¿Qué hermana eres tú?
Cristo no arremete contra Marta ni le responde de tal manera que ella se sienta atropellada por sus palabras. Creo que Él incluso quiere ayudarla a comprender el corazón de su hermana. Y es que Jesús siempre intentará traer sanidad donde haya quebrantamiento. Y Él tiene tal cuidado de nosotras que no podemos dejar de escuchar lo que Su corazón nos está transmitiendo.
Escuche, la vida siempre presentará oportunidades para que estemos ocupadas, especialmente en esta época maravillosa del año (Navidad). Ahora, reduzca la velocidad todo lo suficiente como para que podamos reconocer lo que más se necesita. Lo que realmente es mejor para todas nosotras:
“Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”
Lucas 10:41-42
Sólo tienes que amar como lo expresa el mensaje. El Maestro dijo: "Marta, querida Marta, te estás preocupando demasiado y te estás volviendo loca por nada. Una cosa es esencial, y María lo ha elegido: es el plato principal y no se lo quitarán".
Jesús siempre nos recuerda lo importante. ¿Por qué estar enojada con alguien que simplemente eligió mantener lo principal como lo principal?
Jesús nos extiende la invitación para todas nosotras. Ven, sentémonos a sus pies, tomemos sus palabras y absorbamos su gloriosa presencia. El trabajo, todo lo que debe hacerse, seguirá allí esperando. Estaremos mucho mejor allá afuera en medio de todo lo que hay que hacer gracias al tiempo que pasamos a Sus pies.
No te permitas distraerte hoy de Jesús. No permitas que la preocupación o la frustración por todas las cosas insignificantes te mantengan alejada de aquellas cosas que son verdaderamente importantes. Siempre habrá una lista interminable de aquello que hay que hacer.
Tómate el tiempo. Tómate el tiempo para algo que marcará la diferencia en el resto de tus días. Siéntate y disfruta durante un minuto estar a los pies de Jesús. Permite que tú determinación venza tú mayor distracción. Te aseguro que al igual que María, nadie podrá quitarte este tipo de determinación.
