Por Rev. Abigail Febus
Querida pastora, mujer; en este nuevo año 2019 más allá de hacer una lista de resoluciones sinceras, que muchas veces termina guardada dentro de un cajón o incluso perfectamente doblada dentro de la Biblia, una meta saludable sería comenzar este viaje lo mejor posible. Pero en el viaje, no podemos permitirnos dejar a Cristo fuera. Él será tu mejor apoyo. Tu mayor animador. Tu innegable paz. Tu poder en tú debilidad. Tu fuerza sobrenatural. Él te ayudará mejor que cualquier producto o promesa hecha por el hombre.
La vida con Cristo, el verdadero viaje, no se trata de mantener reglas religiosas se trata de vivir bajo el amparo de Su amor y permitirle acceder a los lugares más profundos de nuestra alma, a los lugares desordenados de nuestro corazón, a los lugares mezclados en nuestra mente. Es permitir que Cristo trabaje en nuestras emociones, en nuestra voluntad, en nuestro plan. Les comparto algunas promesas sólidas directas del corazón de Dios que podemos cumplir en el próximo año. Subráyalas, memorizarlas, mantenlas cerca de ti, camina en ellas:
Romanos 8: 31-32, 35, 37-39 .
El Dios que vino a salvarte es el Dios que vino para quedarse contigo. Él está contigo ahora, y Él estará contigo en el transcurso de este nuevo año 2019. No importa lo que pase. Ve con Dios. Dentro de un mes, él todavía estará allí. Dentro de dos meses, la fe todavía podrá funcionar. Dentro de seis meses, estarás mejor y más fuerte, llena de visión y viviendo con un propósito.